Dulce Deleite nació en 2009, inspirado en un gesto de amor familiar. En ese entonces, Gissella y Hugo, junto a sus hijos Josefa y Cristóbal, disfrutaban de una vida sencilla, donde cada celebración era una oportunidad para compartir y fortalecer los lazos familiares. Fue en el cumpleaños de Josefa cuando todo comenzó. Gissella, con la intención de hacer algo especial para su hija, decidió preparar su primera torta con fondant. Lo que empezó como un detalle hecho con cariño se convirtió en una pasión que pronto alcanzaría a muchas más personas.
Desde casa y con el apoyo incondicional de Hugo, Gissella comenzó a perfeccionar sus técnicas, explorando nuevos diseños y sabores. Mientras ella se enfocaba en la creatividad y la calidad de cada torta, Hugo se encargaba de organizar la producción y encontrar formas de mejorar los procesos. Entre los dos formaron un equipo equilibrado, donde el talento y la estrategia se complementaban perfectamente.
El negocio creció de forma natural, sin perder nunca su esencia familiar. La casa se convirtió en un pequeño taller de repostería, con los niños jugando entre moldes y harina, mientras sus padres trabajaban codo a codo para cumplir con cada pedido. No se trataba solo de vender tortas, sino de compartir momentos especiales con cada cliente y convertir sus celebraciones en algo único.
Con esfuerzo y dedicación, Dulce Deleite pasó de ser un emprendimiento casero a una pastelería en crecimiento. En solo cinco años, abrieron tres sucursales y, con el tiempo, sumaron cuatro más, consolidándose como una marca reconocida por su calidad, creatividad y calidez. Pero, a pesar de la expansión, la esencia nunca cambió: Más que un negocio, Dulce Deleite es sinónimo de calidad, dedicación y el compromiso de ofrecer siempre lo mejor, manteniendo la calidez y el trato cercano que nos ha caracterizado desde el primer día.
Más que un negocio, es el reflejo de nuestra historia, nuestro esfuerzo y el amor con el que cada creación ha sido hecha desde el primer día.
Desde el principio, nuestra visión fue hacer crecer la marca de manera estable y responsable, sin perder la esencia y los valores que la definían. Para 2019, teníamos un negocio sólido y confiable, con cuentas claras, con buen ambiente laboral en general y un sistema de trabajo eficiente. Aunque existían algunas deudas normales dentro de la operación, todo estaba bajo control, con pagos al día y un plan de crecimiento bien estructurado.
Para continuar la administración, confiamos en dos amigos muy cercanos a la familia para incorporarse al negocio, haciéndolos parte de la sociedad que, durante los primeros 13 años, siempre perteneció exclusivamente a Gissella y Hugo. De esta forma, estábamos asegurándonos de que todo estuviera en orden antes de dar el siguiente paso y avanzar con nuestro proyecto de vida fuera del país.
Sin embargo, todo cambió cuando uno de los socios tomó el control de la empresa. Este socio creó una nueva razón social y no solo se apropió de los activos, máquinas y equipos, sino que también usó indiscriminadamente nuestra marca para aprovechar el prestigio que habíamos construido con años de esfuerzo. A su vez, nos bloquearon el acceso a la gestión del negocio y crearon mentiras para desprestigiarnos y justificar su control total.
A pesar de que durante nuestra administración directa siempre cumplimos con las obligaciones laborales, pagamos imposiciones y manejamos las cuentas con transparencia, se tergiversaron los hechos para hacernos ver como responsables de problemas financieros inexistentes. La realidad es que cuando dejamos el negocio para cumplir nuestro proyecto familiar, estaba en excelente estado y tenía toda la capacidad para seguir operando sin problemas.
Hoy, el segundo socio que tomó el control de la administración sigue usando el nombre de Dulce Deleite sin autorización, operando como si aún representara lo que alguna vez construimos. Para ocultar su mala gestión, ha cambiado de razón social, registrando una nueva empresa llamada Fábrica Deleite SPA, con la que intentan simular ser nosotros y engañar a nuestros clientes, haciéndoles creer que es el mismo negocio que ha evolucionado, lo cual no es cierto. Mientras tanto, siguen acumulando deudas millonarias y alejando aún más a Dulce Deleite de lo que realmente fue.
Alerta: Cualquier producto o marca que utilice el nombre Dulce Deleite está suplantándonos y haciendo uso de nuestro nombre sin autorización. Las ventas de productos, redes sociales activas u otras páginas web que no sean las indicadas aquí no forman parte de la familia original de Dulce Deleite.